❤️ Descubrí Casa Rafael
Te contamos en 4 minutos qué hacemos, dónde lo hacemos, para quién lo hacemos y cómo lo hacemos.
Fundación Casa Rafael: Promoviendo resiliencia gracias al Poder Transformador del Arte
» Toda nuestro info institucional aquí «» Brochure institucional «Fundación Casa Rafael inició su labor en febrero de 2006. Desde entonces ha trabajado sin pausa, proponiendo a más de 4000 niñas, niños y adolescentes explorar sus recursos creativos.
Tienen entre 4 y 18 años y viven en zonas precarias de La Boca y barrios cercanos donde, en distintos grados de gravedad, se ven expuestos a problemáticas que afectan su posibilidad de construirse un proyecto de vida afín a su potencial e ideales.
Buscamos impulsar en ellos un proceso de resiliencia para que se desarrollen como actores positivos de esta sociedad.
Como estrategia, elegimos aplicar la Educación POR el Arte y la Pedagogía de la Presencia, por entender que creatividad y presencia empática son la dupla clave para lograr nuestros objetivos.
Ofrecemos talleres de día gratuitos de una docena de disciplinas artísticas y reforzamos lúdicamente sus conocimientos en letras y números. Para ampliar su Horizonte, facilitamos su acceso a eventos y espacios culturales e invitamos a artistas.
Nos maravilla su capacidad creativa, sin filtro ni límite, y la calidad artística de sus obras. En los conciertos y muestras públicas de su arte, el entusiasmo del público impulsa su autoestima.
Durante la pandemia por Covid19, nos reinventamos, alternando las modalidades virtual y presencial en “burbujas”. Editamos videos educativos y lúdicos que todos los días enviamos por Whatsapp. Se ven en nuestra página “Explorar el Universo del Arte”.
Como la grieta tecnológica impidía a muchos acceder a material online, sea de Casa Rafael o de sus escuelas, editamos revistas y las hicimos llegar a las manos de todos, ¡resultaron un éxito total! Además, para paliar la situación de muchas familias, enviamos material escolar y artístico, alimentos y otras donaciones, seguimos dando contención emocional y atendimos consultas de todo tipo.
En el camino, hay amargas pérdidas, pero al entrar en confianza los chicos abren su inteligencia, toman conciencia de su dignidad y consolidan su “contrato de vida”. Baja el nivel de conflictividad, adquieren mayor autonomía, compromiso, sentido de responsabilidad y mejora su inserción escolar y social. Estando sostenidos en su escolaridad, varios ingresan en universidades, conservatorios o en alguna formación técnica; algunos se transformaron en colaboradores de Casa Rafael, otros en padres de la nueva generación de beneficiarios.
No hay recetas en este trabajo. Hay personas. Profesionales remunerados para asegurar continuidad en el servicio y sobre todo con formación, experiencia y capacidad de escucha y empatía. Estar ahí, ese es el camino.
Sin continuidad, no veríamos resultados. Y no habría continuidad si no tuviéramos a aliados que confían en nuestra labor y apuestan con nosotros al bien más esencial de todos: el potencial humano de los jóvenes. Lograr mayor inclusión y equidad social es un compromiso colectivo y un objetivo al que deben necesariamente confluir energías complementarias. ¡Gracias por sumarse!